miércoles, 2 de octubre de 2013

RIESGOS AMBIENTALES

Si observás por televisión imágenes de un terremoto o una inundación, seguramente pensarás que se trata de un desastre natural, un evento extraordinario de la naturaleza. Si bien esos fenómenos corresponden el funcionamiento habitual de la naturaleza, resultan catastróficos cuando afectan a la sociedad. Consideramos, por ejemplo, que una sequía es un desastre natural cuando se mueren los animales que se crían en el lugar afectado por falta de agua, o cuando sus habitantes sufren deshidratación por ese fenómeno, pero nada decimos si la zona está desvalorizada. Es por eso que los desastres son sociales, aun cuando el evento que se origine sea natural. Para reducir las consecuencias que esos fenómenos tienen sobre la sociedad se debe conocer cuál es el riesgo, es decir, la probabilidad de que ocurra el evento que puede afectar la vida y los bienes de las personas, y diseñar estrategias para prevenir sus efectos.
El oeste de nuestro país, por ejemplo, es un área montañosa que presenta una alta probabilidad de que ocurran sismos; las provincias de San Juan y Mendoza sufren un gran riesgo sísmico, por lo que la ocupación humana de ésas áreas debe incorporar esa dinámica natural. En las últimas décadas, los gobiernos cuyanos tomaron medidas para reducir la vulnerabilidad sísmica de los habitantes de esas provincias. Una de ellas es la obligación de utilizar técnicas antisísmicas en la construcción de edificios; sin embargo, este tipo de técnicas tiene un elevado costo.


En muchos casos, también las catástrofes originadas por agentes naturales pueden deberse a la forma en que la sociedad ocupa y transforma el espacio. En nuestro país es elevado el riesgo de inundación de numerosas ciudades localizadas a orillas del río Paraná. Éste sufre periódicas crecidas, en las que el agua desborda su cauce e inundan barrios enteros, cuya población debe ser evacuada. El origen del problema es la construcción de viviendas en terrenos naturalmente inundables, que no fueron acondicionados para ser ocupados; esto último se hace, por ejemplo, rellenándolos para que se encuentren por encima del nivel de inundación. En estos casos, un fenómeno natural se transforma en un problema político a partir del desastre social que produce, ya que son las instituciones públicas las que deben reducir la vulnerabilidad de la sociedad o de algunos sectores sociales frente a los eventos naturales.

viernes, 31 de mayo de 2013

TRABAJO CON ESCALAS

MIREMOS EL VIDEO JUNTOS Y LUEGO A CREAR ACTIVIDADES CON ESCALAS